Supongo que todo el mundo se ha “enamorado” alguna vez del protagonista de un spot. En mi caso, el flechazo fue tan fuerte que, 10 años y unos cuantos euros después, sigo prendada de la chica del anuncio.
Corría el año 2001 y esta muñeca de rasgos desproporcionados era todavía una gran desconocida. Sony con su olfato para las tendencias y novedades (al menos entonces…) la eligió como modelo para la publicidad de su Mini Disc y Blythe entró en mi vida.